El sol agobiante chocaba contra sus rostros. La temperatura que se sentía en la Vía 40 era fuerte, pero ellos bailaban a la par de los demás grupos, integrados por personas más jóvenes.

Las sonrisas en sus rostros reflejaban la manera como se gozaban la Gran Parada de Comparsas de Fantasía, en el Cumbiódromo.

Haciendo honor a su nombre la comparsa Impacto Social del barrio Cevillar de Barranquilla cautivó y emocionó a los asistentes al desfile.

Hoy, solo pudieron desfilar 20 del 'combo' completo, ya que 5 de ellos se encuentran enfermos y otros 2 fallecieron en el último año, en su mayoría hombres, por lo que este evento significaba mucho para ellos. Movieron sus caderas y alzaron sus brazos en honor a su compañeros ausentes.

La más joven del grupo tiene 53 años, mientras que la persona más longeva tiene 83 años. Esto demuestra que tienen una vitalidad infranqueable.

Con músculos de hierro

El movimiento de sus caderas es mágico. Refleja experiencia y seguridad, combinadas por la melodía de la papayera.

El cansancio no les llega de manera inoportuna durante el desfile. Sus músculos son de hierro porque se ven enteras para seguir bailando hasta los 100 años.

Un fiel reflejo de lo anterior es Olimpia Martínez, una de las más veteranas del grupo. De hecho, fue una de las primeras integrantes. 

De los 77 años que tiene de vida, lleva 19 de ellos bailando en el Carnaval de Barranquilla con la comparsa Impacto Social. "Le seré fiel hasta el final", aseguró.

Un accidente puso en riesgo su continuidad en el baile. Una moto se la llevó y le causó una grave lesión en la pierna derecha, arriba la rodilla, que no le permitió acompañar al grupo. 

"Fue un momento duro para mí. Me quedé en mi casa y lloré viéndolos por televisión", indicó la mujer que tiene una cicatriz en su pierna.

Sin embargo, este año se dio su regreso con un condimento que refleja su fortaleza física y a la vez su valentía. "Tengo una placa en la pierna donde tuve la lesión. El jueves me van a poner una inyección porque a veces me duele", indicó

"Eso sí, en la gozadera no me duele ni un poquito", agregó entre risas Olimpia, quien ya le ganó una batalla a sus hijos, que no querían que bailará, pero ella lo seguirá haciendo hasta que las piernas le digan que ya no puede.

Bailando por un legado eterno

La comparsa tiene 27 años de existencia. Fue creada y fundada por Hilda Stand de Simanca, quien falleció hace 7 años, pero su familia mantiene intacto su legado.

Su hija, Hilda Simanca Stand, es la directora actual del grupo. Lucía radiante con su vestido blanco bordado de colores naranja y verde. Bailaba a la par del grupo como lo hizo su madre durante 20 años.

"Me acuerdo de todo de ella mientras bailó. Fue quien me guió en este camino", recordó entre lágrimas la mujer de tez trigueña.

Sus hijos, nietos y sobrinos hacen parte de la comitiva que va ambientada por una papayera. Son el corazón de un grupo lleno de mucho amor por todos sus integrantes.

Hilda reconoció que el fallecimiento de su madre fue muy fuerte. Aquel paro respiratorio en septiembre De 2010 destrozó a su familia y puso a colgar en un hilo la continuidad del grupo.

"Yo no quería seguir, pero mis compañeras me insistieron y hoy estamos aquí gozando el Carnaval de principio a fin y así lo seguiremos haciendo", aseguró la mujer.

Y sí que se gozan el Carnaval este grupo de veteranos. La Gran Parada de Comparsas de Fantasía fue un reflejo que la alegría y tenacidad de estos señores los ha permitido bailar sin ningún problema.

El público los aplaudió de principio a fin, lo que garantiza que seguirán participando en los desfiles hasta que la muerte les diga basta porque tienen un amor por el Carnaval inoxidable.